domingo, 5 de junio de 2016

A propósito de la representación venezolana en la Bienalle de Venecia 2016

La participación de Venezuela en la presente edición de la Bienalle de Venecia está teniendo una maravillosa acogida. Esto podría, bajo otras circunstancias, constituir un verdadero motivo de orgullo para cualquier arquitecto venezolano. Sin embargo, desde mi punto de vista muy personal, llevar a un evento de estea naturaleza un puñado de intervenciones que, si bien puede que tengan un altísimo nivel, son patrocinadas por los mismos impulsores de la GMVV, la torre de david, y demás bodrios, es irresponsable, antiético, e hipócrita, puesto que vende a los ojos del mundo entero una imagen totalmente tergiversada de las verdaderas políticas que, en nuestro país, se vienen aplicando en materia de arquitectura popular a lo largo de las últimas dos décadas, disfrazando la vergonzosa realidad que quienes vivimos en Venezuela conocemos perfectamente, pues pertenece a nuestra cotidianidad, y pretenden hacer ver que la totalidad de la producción "arquitectónica" de nuestro país posee el mismo buen nivel de los proyectos presentados este año en el pabellón venezolano. La situación es aún más grave si tomamos en cuenta que ese monumento al oprobio llamado "torre de david" fue galardonado con el león de oro en la pasada edición de la Bienalle. La bandera de la "arquitectura con conciencia social" ha sido despojada de todos los valores que le dieron arquitectos realmente comprometidos con la gente, como el maestro Villanueva. Los dirigentes de turno siempre han utilizado la arquitectura como herramienta proselitista y de propaganda, y lo seguirán haciendo. La diferencia es, en parte, que el régimen actual carece del espíritu progresista existente, por ejemplo, en las épocas gomecista y perezjimenista, durante las cuales se realizaron gran cantidad de obras públicas, todas ellas de un altísimo nivel, concebidas para perdurar en el tiempo, y aportar un componente muy importante a la renovación y mejora de la imagen urbana de Caracas, mientras que, por el contrario, la inmensa mayoría de intervenciones realizadas por el presente gobierno no hacen sino deteriorar el paisaje, pues se realizan con una falta total de criterio, utilizando el eufemismo del "desarrollo endógeno" para tratar de darle a sus edificios una dignidad que nunca tendrán, porque no poseen valor alguno desde el punto de vista que se les estudie, y sucumben al más mínimo y elemental escrutinio por parte de cualquier ciudadano común que no esté comprado o tenga el cerebro lavado, ambas inclusive. Y es que la mediocridad es demasiado obvia. Bajo este contexto, difícilmente puede un arquitecto responsable dormir tranquilo, sabiendo que colabora a consolidar esta farsa, cuando todos sabemos que las miles de viviendas de ínfima calidad construídas a lo largo y ancho de la geografía nacional en los últimos 15 años tienen como único propósito comprar el apoyo político de las bases populares que han vivido desde siempre en la más degradante miseria, bajo incumplidas promesas de sacarlas de ella, mientras los cogollos narcomafiosos del PSUV y sus cómplices en las FANB dilapidan el erario público en yates, mansiones y viajes a la costa azul, y a quienes claramente no les importa un pueblo al cual lentamente matan de hambre y de mengua mientras vive bajo el yugo del hampa y los peores criminales que esta nación ha conocido en toda su historia. 


martes, 16 de abril de 2013

NUEVO GLOSARIO NACIONAL








Anarquía: estado de derecho en el cual las fuerzas del orden público se hacen la vista gorda ante la violencia civil.

Amor: sentimiento fraternal reservado exclusivamente para quienes comparten nuestras propias convicciones.

Apátrida: persona que no comulga con los ideales revolucionarios. Conspirador. Enemigo del Estado.

Bandera: símbolo de la unidad nacional, por lo cual su uso está prohibido, regulado o permitido, dependiendo del bando al cual se pertenezca.

Constitución: compendio de todos los derechos civiles que pueden ser violados por los representantes de los poderes públicos.

Enemigo: individuo que, pese a pensar distinto a ti, hace 15 años era tu amigo, o podía haber llegado a serlo.

Estado: conjunto de instituciones plagadas por la burocracia, la mentira y la corrupción.

Golpismo: acto de expresar la más leve disensión con el orden establecido.

Odio: posición radical y generalizada que expresa el rechazo absoluto a todo aquel que piense diferente a uno.

Oligarca: ciudadano de a pie. Asalariado. Antónimo de patriota.

Oposición: término que agrupa a todas aquellas personas, grupos y organizaciones que adversan al régimen constituido, pero que generalmente acaban incurriendo en los mismos errores que critican.

País: aquello por lo cual decimos luchar y trabajar, cuando en realidad lo destruimos día tras día.

Patria: algo que no se sabe muy bien qué es, pero que sirve como excusa perfecta para cometer desmanes de todo tipo en su nombre.

Patriota: término que se aplica exclusivamente a los partidarios del proceso revolucionario.

Paz: sensación de tranquilidad exclusiva de los muertos.

Pobreza: condición espiritual común a la inmensa mayoría de los ciudadanos, alrededor de un 99,9% de la población.

Revolución: acto y proceso de silenciar, vilipendiar, execrar y básicamente odiar a todo el que no comulgue con la misma.

Unidad: sentimiento solidario que se expresa colectivamente poniéndose una franela de un color similar al de aquellos con los cuales te sientes unido. Dicho color debe ser distintivo para cada bando.

Violencia: normalidad, cotidianidad. Aquello con lo que se convive a diario.


martes, 26 de marzo de 2013

Serie: Postales Difuntas #2

El Nuevo Circo recién restaurado. abril 2008

Restauración del Teatro Junín


Construido en 1950, en las cercanías de la plaza de la urbanización El Silencio, hoy plaza O´leary, como continuación de la renovación urbana del centro de la ciudad de Caracas. Fue diseñado por el arquitecto norteamericano John Eberson, y considerado uno de los cines más lujosos del momento. El edificio ubicado en esquina, presenta un total de seis niveles con uso de cine en sus primeros pisos y oficinas en los superiores.

Posee un aforo de 714 butacas para la localidad del patio y 504 butacas para el balcón. Su diseño contempló un foyer a doble altura ubicado en la esquina, destinado a concentrar los asistentes de ambas localidades y distribuirlos hacia la mezzanina por una escalera ornamentada y hacia el patio. Sus fachadas se unen en la esquina por un volumen de triple curvatura que permite valorizar el espacio urbano hacia la plaza y conformando el elemento focal de la composición. 

Sus vanos de ventanas son de proporciones rectangulares con marcos metálicos y hojas de vidrio. El acceso principal ubicado en la esquina, está enfatizado por una marquesina sobre la cual se apoyan las letras que conforman el nombre del teatro presenta una planta en forma de abanico, proyectando el lado cóncavo hacia la fachada principal. Ésta muestra una composición horizontal con volúmenes de aulas interceptados por tres módulos de circulación vertical.


Teatro Junín - 1954
Teatro Junín - 2008
Teatro junín - 2012
Teatro junín - 2012

Serie: Postales Difuntas #1

Una vista del Panteón Nacional con el Ávila de fondo. la imagen data de noviembre 2006.



lunes, 11 de marzo de 2013

La ciudad que nos negamos a ver


Está ahí afuera. Nos rodea por completo. No podemos seguir ignorando una realidad que hemos eludido durante demasiado tiempo. Una realidad que, en buena medida, es nuestra culpa. Hemos sido demasiado displicentes. Referirse a ella como “ciudad informal”, ciertamente refleja esa ceguera voluntaria. Y, como bien dice el dicho, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Abramos los ojos. Es fácil hacer añicos la Gran Misión Vivienda Venezuela. Ni siquiera hace falta saber de arquitectura. El silencio absoluto que se experimenta dentro de una camioneta de pasajeros, cuando en medio de cualquier embotellamiento cotidiano ésta se detiene un corto rato frente a alguna de las obras en proceso en cualquier parte de Caracas, es elocuente. Todos contemplan el espectáculo sin decir nada. Las palabras sobran. El ambiente es casi fúnebre.



Hablamos de debate sobre la arquitectura venezolana bajo el marco de la exposición “La vivienda venezolana”, hoy y mañana” (uno se pregunta qué pasó con el ayer, idea intrínsecamente ligada a la de museo), y ¿Qué hacemos? Reducimos el cacareado “debate” a una vehemente (y frecuentemente estéril) discusión sobre un único edificio. Como si el resto de Caracas no existiera. Y luego, salimos de nuevo a la calle, cómodamente instalados en nuestras propias convicciones. Encerrados en nuestros propios puntos de vista, en nuestros juicios individuales de valor, totalmente convencidos de que sólo nosotros tenemos la razón y todos los demás están equivocados. Y el debate se diluye ante la ausencia casi total de reflexión y autocrítica. Y lo que es peor: la falta total de acción. La desidia de permitir que otros se encarguen de hacer lo que a nosotros nos toca, y el cinismo de criticarlo (o defenderlo) después.



Es lógico que el carácter público de un museo le confiera, al menos desde la óptica de un arquitecto, una jerarquía e importancia superiores, especialmente tomando en cuenta la respuesta que, desde el punto de vista edilicio, se le da a un tema tan álgido y significativo para cualquier arquitecto del mundo como puede serlo el Museo Nacional de Arquitectura de su país natal. Por tanto, dicha reacción de rechazo general es absolutamente comprensible (y compartida) cuando uno contempla la atrocidad erigida en la Avenida Bolívar, a sabiendas de que eso es nuestro Museo de Arquitectura. Más aún, recorrer su interior resulta una cruel experiencia sensorial y espacial. Sin embargo, tal reacción también traiciona nuestro descuido y falta de interés por temas que son nuestra mayor responsabilidad social: la vivienda popular en Venezuela.



Y es que al ciudadano de a pie poco le importa si nuestro museo es bonito o feo, bueno o malo. Sus juicios de valor están basados en otros criterios. Sus prioridades son distintas porque tiene necesidades muchísimo más urgentes. Necesidades que dependen de nosotros, y que no estamos satisfaciendo de manera adecuada. Tenemos entre manos una responsabilidad que hay que asumir de una vez por todas, antes que sea demasiado tarde. Y mientras escribo esta suerte de “mea culpa”, me asalta el temor de que tal vez ya lo sea, y muy dentro de mi espero estar equivocado.



Pedro Noriega Areyán


jueves, 5 de abril de 2012

House #14


This house is 215 years old. It is located in Calle Real del Güarataro, which is one of the oldest and biggest ghettos in the city, and it is currently used as an elders retirement house. However, they live under high risk situations, and are forced to pay expensive fees to live in a bathroom, or behind a water storage tank. below, a photo from the decade of 1910, showing the railroad and the house, as one of the few erected buildings in the landscape.
 

The view from my window


 The bird is a carrion eating species locally known as "zamuro". He sits everyday in the same branch, about 4 pm. I call him Sammy.

Plaza las Tres Gracias



Plaza Las Tres Gracias is a public space in Caracas, Venezuela situated at San Pedro's Libertador Municipality.

The square is located on Paseo Los Ilustres, which is part of the Urban System of the Nationality, just opposite the university city campus of a major houses of higher education in this country, the Central University of Venezuela. The Plaza Las Tres Gracias was inaugurated in 1957 by the government of Marcos Perez Jimenez.

It was named after goddesses or Three Graces Thalia, Aglaia and Euphrosyne that according to Greek mythology represented the comedy, intelligence and joy and were daughters of Zeus and Eurynome. On October 17, 1999 the square is reopened after months of work, the statues were restored by the Italian sculptor Pietro Ceccaelli.

Around the square there is the subway station in Caracas, Ciudad Universitaria.